
Opinión
Ayrton Senna: el animal conectado a la máquina
El automovilismo no es solo velocidad. Es instinto. Es escuchar el viento. Y nadie lo hizo como él. Senna no escuchaba: oía. No necesitaba mirar los instrumentos: sentía la vibración, detectaba la presión exacta de un neumático, sabía cuándo el motor iba a gritar.